Es un alivio migratorio que puede usar quien está en proceso de deportación frente a un juez de inmigración, siempre y cuando cumpla con unas características esenciales.
- Haber estado en EE. UU. de manera continua por al menos 10 años, al momento que inicia el proceso de deportación.
- Tener padres, y/o cónyuge y/o hijos ciudadanos americanos o residentes legales permanentes.
- Tener un buen carácter moral. (récord criminal limpio y haber presentado su declaración de impuestos)
- Demostrar que su deportación, les haría un daño extremo a sus familiares cercanos.